El 8 y 9 de octubre de 2022, un grupo de personas asistió a un evento en Caracas, a una festividad caracterizada por la venta de cerveza y de comida típica alemana. Allí las personas que comieron ensalada de repollo se enfermaron, presentando – al cabo de dos semanas – fiebre, dolor abdominal, dolor de cabeza, pérdida del apetito, nauseas, estreñimiento o diarrea.
En un poco más de 20 casos se realizó el diagnóstico de fiebre tifoidea. Esta es una enfermedad intestinal, que luego se disemina hacia todos los órganos del cuerpo, causada por la bacteria Salmonella enterica, serovar Typhi, la cual se transmite por la ingesta de alimentos o agua contaminados. Su período de incubación usualmente varía entre una y dos semanas.
Esta enfermedad, como muchas infecciones, consta de dos etapas, a saber: una fase bacteriémica, en la cual las bacterias se encuentran en la sangre y pueden ser detectadas por cultivos. Los síntomas son generales, como los ya descritos, seguida por una fase inmunológica, en la cual aparecen manifestaciones, tales como lesiones en la piel, dolor articular y muscular, o estados de confusión mental. Posteriormente el paciente mejora, pero puede seguir excretando las bacterias en las heces por un tiempo más o menos prolongado, contaminando el agua y los alimentos, lo que perpetúa la transmisión de la enfermedad.
Las complicaciones de la fiebre tifoidea ocurren en 2 a 10% de los casos, e incluyen perforación intestinal, hemorragia gastrointestinal, hepatitis, colecistitis, miocarditis, shock, encefalopatía, neumonía y anemia. En general, se presentan alrededor de la tercera semana de la enfermedad y suelen ser graves, a menudo fatales.
No es tan fácil sospechar el diagnóstico de fiebre tifoidea, ya que los síntomas son inespecíficos, y es solo realizando las pruebas de laboratorio necesarias que se confirma la enfermedad. Estas son el hemocultivo, el coprocultivo y el serodiagnóstico de Widal, prueba serológica que detecta los anticuerpos contra la Salmonella, y que forma parte de los denominados antígenos febriles. Esta última prueba debe ser interpretada por un especialista en enfermedades infecciosas, ya que los títulos de anticuerpos tienen una cinética característica y van variando según el día en el que se tome la muestra de sangre.
Es importante hacer el diagnóstico diferencial de la fiebre tifoidea con otros síndromes febriles provocados por virus, bacterias o parásitos, especialmente en nuestro país, en donde existen áreas endémicas para malaria, rickettsiosis, leptospirosis, brucelosis y dengue.
El tratamiento debe ser iniciado precozmente, en el momento en el que las bacterias todavía circulan en la sangre, preferiblemente en las primeras dos semanas desde el inicio de los síntomas. Posteriormente, en la fase inmunológica, el uso de los antibióticos está cuestionado. Es importante el reporte de sensibilidad de los cultivos, ya que se ha detectado resistencia a las drogas comúnmente usadas, que son las cefalosporinas, las quinolonas y la azitromicina.
En la era anterior a los antimicrobianos, la fiebre tifoidea tenía una tasa de letalidad de aproximadamente 10 a 30%. Con el tratamiento oportuno durante la fase bacteriémica, con antimicrobianos eficaces, la mortalidad suele ser inferior al 1% y varía entre los países, esta puede estar determinada por el acceso de los pacientes a los cuidados de salud.
La prevención de la fiebre tifoidea es igual a la de todas las enfermedades transmitidas por el agua y los alimentos contaminados. Las medidas a tomar por la población son las siguientes:
- Lavarse muy bien las manoscon agua y jabón después de ir al baño y antes de preparar, servir o consumir alimentos.
- Solo consumir agua segura.El agua que viene por las tuberías no es segura, por lo que es mejor hervir por lo menos 5 minutos. También es posible añadir cloro comercial sin perfume, fragancia o jabón (dos gotas por cada litro de agua si la concentración es de 1%, o cuatro gotas de cloro por litro si la concentración es de 0,5%). También se encuentra disponible en tabletas especiales para sanitizar el agua. Dejar reposar mínimo 30 minutos antes de consumirla.
- Cocinar bien los alimentos.Lavar las frutas y verduras con cuidado, especialmente si se comen crudas. Si es posible, los vegetales y frutas deben ser pelados por el propio consumidor.
- Consumir solo leche o productos lácteos pasteurizados(o leche hervida).
- Evitar tomar hielo a menos que esté hecho de agua segura.
- Con relación a la vacuna, existe en países en los cuales la enfermedad es endémica. Sin embargo, en los países en los que se presentan solo casos esporádicos no se encuentra disponible debido a que no proporcionan una inmunidad de larga duración y no están aprobadas para menores de 2 años
Es importante el conocimiento acerca de esta enfermedad, ya que, aunque en nuestro país se han descrito pocos casos y son esporádicos, al ocurrir un brote debemos sospechar la enfermedad para diseñar un plan de estudio y tratamiento adecuado y así reducir la mortalidad y la ocurrencia de complicaciones.
Para el momento de esta publicación se reportó un brote en el estado Aragua.
Dra. María Eugenia Landaeta
Médico Infectólogo
Jefe de Servicio de Infectología Adulto HUC-UCV
Instagram: @marulandaeta1